El lado oscuro

sábado, 2 de octubre de 2010

Debería estar pasando mi horario a Séneca, pero en mi nueva filosofía de vida, primero va esto. Además, quiero escribir esta entrada ahora que tengo fresquita (como que lo he leído esta mañana en un trayecto de tranvía) la lectura de El Cuervo y otros poemas góticos, de Luis Alberto de Cuenca. No es la primera vez que aparece en este blog ni será la última. Con ilustraciones de Miguel Ángel Martín, esta breve antología recoge poemas basados en mitos del terror de todas las épocas y el lado más truculento de su poesía desde 1970 a 2009 que, particularmente, es el que mejores ratos me hace pasar.

Se trata de una edición cuidada y curiosa, una rareza de esas que hay que tener en casa porque, además, no está mal de precio (unos 9 euros). Por sus versos pululan zombis, mujeres decapitadas, asesinatos, el mismísimo cuervo de Poe, vampiros, resucitadas, fantasmas o mi querida princesa Leia. Una mezcla de oscuridad, morbo, elementos propios de los novísimos (carmín, la omnipresencia de Ezra Pound como referente indiscutible, mujeres fatales) y frikismo que me encanta.  El primer poema en el que se detuvieron mis ojos al echarle un vistazo fue uno titulado Star Wars. Con algunos me he reído muchísimo.  Para animaros a su lectura os dejo por aquí un poema. De los que más me gustan, creo que es el único que puedo transcribir sin que penséis que soy una enferma:

 La noche blanca

CUANDO LA SOMBRA CAE, se dilatan tus ojos,
se hincha tu pecho joven y se dilatan las aletas
de tu nariz, mordidas por el dulce veneno,
y terrible, alegre, tu alma se despereza.

Qué blanca está la noche del placer. Cómo invita
a cambiar estas manos por garras de pantera
y dibujar con ellas en tu cuerpo desnudo
corazones partidos por delicadas flechas.

Nieva sobre el espejo de las celebraciones
y la nieve eterniza el festín de tus labios.
Todo es furia y sonido de amor en esta hora
que beatifica besos y canoniza abrazos.

Para ti, pecadora, escribo cuando el alba
me baña en su luz pálida y tú ya te has marchado.
Por ti, cuando el rocío bautiza las ciudades,
tomo la pluma, lleno de tu recuerdo, y ardo.


2 comentarios:

Hutch dijo...

Buen poema. Te dejo el enlace de una crítica del libro:
http://crisisdepapel.blogspot.com/2010/09/luis-alberto-de-cuenca-frivolidad-y.html

Suntzu dijo...

Gracias por el enlace, Angelus. A mí es que me va lo frívolo y, como dicen en la entrada, es parte de la poesía de este autor. El poemario que comentan es el siguiente en mi lista de poesía, pero lo próximo que lea será una novela . Estoy entre "Las benévolas", encarecidamente recomendada por nuestro amigo Varrón, y el último de Ken Follet. Ya veremos.
Saludos.