martes, 22 de octubre de 2013
Que una tiene muchas lagunas respecto a casi todo es un hecho, pero algunas de ellas son imperdonables. Ayer llegó a mis manos Fragmentos de un libro futuro, de José Ángel Valente. Es lo primero que he leído de él y he de decir que ha superado con creces mis expectativas. Ha sido una lectura inolvidable y reveladora, de esas que marcan un antes y un después. No se me ocurre nada mejor que decir porque cuando un libro te toca así, no hay palabras. Sólo me queda agradecer la recomendación y el préstamo del mismo y decir que, por supuesto, me haré con él en cuanto pueda.
"Llorar por lo perdido cuando no deja huella el pie en la arena que no sea borrada por la cierta sucesión de las aguas".
"Llamo a todas las puertas. La única que se abre es la sola que no conoce el perdón".
Solo la soledad resuena larga
igual que cola o viento.
Vienen
desde el vacío las palabras,
nos poseen desnudos en su centro abrasado
y en él nos desengendran
para hacernos nacer.
escucha
como la soledad despierta,
inaudible, la pura raíz del aire.
Hay una leve luz caída
entre las hojas de la tarde.
No podemos hollarla.
Dame
tu mano y cruza
de puntillas conmigo
para nunca pisarla,
para no arder tan tenue
en sus dormidas brasas
y consumirte lenta
en el perfil del aire.