El Tercer Reich

lunes, 15 de noviembre de 2010

A este tenía ganas de echarle el guante desde hacía unos meses. Pero he ido leyendo otras cosas por el camino y me he despistado un poco de una de las líneas que me había marcado desde hace más o menos un año: leer todo lo que pueda de Roberto Bolaño. Lo primero que leí de él fue una serie de relatos, Putas asesinas. Me gustó, pero nada que ver con otras dos obras suyas: 2666 y Los detectives salvajes, que, según los que entienden de esto, son sus grandes obras maestras. 

 En El Tercer Reich  la trama principal gira en torno a las vacaciones que un alemán, Udo Berger, pasa en un pueblo de la Costa Brava con su novia. Udo es campeón en wargames (juegos de estrategia bélicos) y lo que en principio tenían que haber sido unas vacaciones idílicas (las primeras) con su encantadora novia, se convierten en algo complicado, oscuro y peligroso a raíz de su amistad con otra pareja de alemanes a los que conocen en la playa. La fauna local también queda retratada en las figuras del Lobo, el Cordero y, especialmente, el Quemado, que vive sepultado en los patines de playa que constituyen su negocio. A todo esto se suma la atracción que el protagonista siente desde que era adolescente por la mujer que regenta el hotel en el que se hospeda y que ya visitó con sus padres, cuando tenía 15 años. Todo lo que vive en dos, tres semanas de vacaciones va aislándolo de los que lo rodean, haciendo de él un espectro, un esperpento casi, no mucho más distinto al Lobo o al Cordero.

 Bolaño tiene un don para retratar las dudas, los temores, el lado oscuro de sus personajes, que queda muy bien expresado en sus sueños. Udo, por ejemplo, es capaz de percibir esa oscuridad en los demás, pero tarda en verla en él mismo. La vida como juego, como enfrentamiento es otro de los temas. El protagonista libra una lucha intensa con cuantos le rodean (desde un punto de vista emocional se va alejando de todos menos de su obsesión, Frau Else) que acaba simbolizándose en la partida que juega contra el Quemado.

En definitiva, una obra muy interesante y entretenida que  no llega al nivel de  crudeza y complejidad de 2666, pero que reúne lo básico del universo Bolaño. Por si lo queréis leer.

Dejo aquí un enlace a un documental que emitieron en la 2 no hace mucho. Si tenéis tiempo y os interesa, echadle un vistazo.