sábado, 23 de mayo de 2009
apetecía que mi primera referencia a Ende aquí fuese Jim Botón y Lucas el maquinista. Este libro llegó a mí el día que cumplí 12 años de manos de mi vecina Chusa, a la que luego sustraje vilmente El hobbit (único libro que no he devuelto a propósito en toda mi vida). Era el número 1 de una colección de libros juveniles de Orby. Venía junto con Moby Dick, lo cual me hace plantearme, más de veinte años después, cómo es posible que no se edite una colección similar ahora.
El caso es que es un libro delicioso, que todavía conservo (en un estado un tanto penoso, todo hay que decirlo) y que recomiendo encarecidamente a todos aquellos que tengan hijos o que quieran darle vidilla al niño que llevamos dentro. Echándole un vistazo hoy, veo que el libro ganó el premio al mejor libro infantil publicado en Alemania en 1961. Y no me extraña. Tanto el texto como las maravillosas ilustraciones de F. J. Tripp merecen los más altos elogios. Por su extensión, la editorial decidió dividir el manuscrito de Ende en dos partes, así que este libro tiene una continuación, Jim Botón y los trece salvajes, que no he leído. Os dejo aquí el breve texto que hace las veces de prólogo de la obra: 



