martes, 11 de mayo de 2010
Un día, persiguiendo a sus perros, la reina de Inglaterra va a parar a la biblioteca ambulante de Westminster. Este encuentro casual cambia su forma de ver la lectura y, por consiguiente, la vida. Una persona que por su rango debe mostrar interés por todo, pero sin inclinarse demasiado hacia nada, va manifestando un interés tan absorbente por la lectura, que sus más allegados pensarán que ha perdido la cabeza.

Son numerosos los incidentes que provocan la risa y la simpatía del lector, propiciados por el hecho de que la protagonista sea quien es. Pero lo cierto es que, tomando a la reina de Inglaterra como personaje principal (lo cual es un acierto), Alan Bennett ejemplifica en ella sensaciones que todo lector ha experimentado alguna vez: el poder liberador de la literatura, el proceso mediante el que todo lector empieza leyendo algo que le atrae (independientemente de su calidad artística) y luego se va forjando y puliendo el gusto literario, el vértigo que sientes cuando te paras a pensar en todo lo que te queda por leer y, sobre todo, todo lo que no leerás nunca, los intentos de escribir algo propio…
En conclusión, es un libro con en el que cualquier lector voraz puede sentirse identificado. Además, si andáis justos de tiempo, se lee en una tarde (tiene unas 120 páginas). Muy recomendable.
2 comentarios:
Creo ver en el origen anglosajón de la novela la influencia de nuestra común compañera, ¿no? El otro día adquirí el dvd de "The queen" de S. Frears, que tuvo muy buenas críticas. Espero verla dentro de poco. Saludos.
Lo has clavado, Angelus. Me lo compré porque ella me lo recomendó. Lo último que me acaba de pasar en DVD es una saga, "The Forsytes", que me ha encantado. Ya me contarás qué tal "The queen". Espero que responda a las expectativas.
Nos vemos prontito.
Saludos.
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